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Pedagogía

DIEZ HABILIDADES QUE TODO DOCENTE DEBERÍA POTENCIAR EN EL AULA

Estas son las 10 cualidades o habilidades que como docente deberías tener presente cuando te dispones a entrar en un aula. Sin duda se trata de todo un reto, pero hay que tener el convencimiento de que siendo consciente de dichas habilidades es como serás capaz de afrontarlas con la determinación que una profesión como la de docente exige. ¿Aceptas el reto?...

Este artículo está inspirado en un interesantísimo libro de Daniel Goleman titulado Liderazgo. El poder de la inteligencia emocional. Aunque este libro se centra en el liderazgo empresarial, las cualidades o habilidades que Goleman defiende para ser un buen jefe son perfectamente extrapolables a la labor docente, al relacionar las habilidades que defiende Goleman para ser un buen jefe con las habilidades o cualidades que todo docente debería potenciar en el aula.

Estas son las 10 Habilidades que todo docente debe potenciar en el aula:

Escucha empática. Goleman no se refiere explícitamente al término escucha empática, sino a la expresión saber escuchar. La escucha empática consiste en escuchar a tus alumnos con y desde el corazón. Si quieres saber más sobre qué se entiende por la escucha empática, visita siguiente enlace. Aún así, Goleman insiste en saber diferenciar entre oír -pasividad- y escuchar -actuación e interés-. Como docente debes esforzarte por escuchar a tus alumnos, por acompañar a tus alumnos y, sobre todo, hacerles ver que lo que te están diciendo te importa, te importa de verdad, te importa de corazón.
Estímulo. Un docente debe ser capaz de generar las mejores preguntas para obtener las mejores respuestas. Muchas veces se cree que el docente está en un aula para dar respuestas, para ofrecer únicamente soluciones. No siempre debe ser así. Un profesor que inspira es aquel que es capaz de hacer que sus propios alumnos aprendan por sí mismos. Ese es el verdadero estímulo que un docente debe potenciar en el aula con sus alumnos.
Comunicación. La comunicación debe ser un sinónimo de enseñanza. Hay que establecer una clara diferencia entre explicar y enseñar. La diferencia es significativa, porque mediante la explicación sólo transmites conocimientos de forma unidireccional, mientras que con la enseñanza lo que provocas es la utilidad de los aprendizajes, el autoaprendizaje, la interacción mediante el diálogo con tus alumnos.
Valentía. Enseñar es de por sí un acto de valentía. Enseñar es de por sí un acto de determinación. En muchas ocasiones como docente se confunde la intimidación en el aula con la valentía y no debería ser así. La valentía es una cualidad que debes potenciar en el aula porque es una clara apuesta por la coherencia y la honestidad en tu trabajo. Se es valiente cuando se sabe exactamente qué y cómo enseñar. Y la valentía lo que propicia es una mayor seguridad en el docente que luego se traslada a los conocimientos que transmite a sus alumnos. La falta de valentía, además de generar intimidación, también provoca miedo. Acerca del miedo se recomiendo la lectura del artículo titulado Docente, ¿a qué le tienes miedo?
Humor. El humor es una herramienta extraordinariamente eficaz para el aprendizaje porque cohesiona un grupo, genera pausas en la transmisión de contenidos, rebaja la tensión en un grupo y ayuda a crear un clima más favorable para el trabajo que se desarrolla en una sesión lectiva. El humor, la risa, la carcajada son cualidades que generan magníficos resultados a la hora de gestionar una crisis en el aula, ya que puedes recurrir a ellas y recuperarlas para gestionar un conflicto.
Generosidad. Goleman habla de empatía. Y nos conlleva a centrarnos más en la generosidad de la labor como docente. La profesión de docente es la profesión capaz de generar otras profesiones. La docencia es una de las profesiones más generosas que existen porque das sin esperar nada a cambio. Si hay algo que evitar en esta profesión es el egocentrismo, porque el egocentrismo sólo te aleja de tus compañeros y de tus alumnos.
Determinación. Goleman habla de decisión. Muchos docentes hablan de motivación en las aulas. Es preferible hablar de determinación. Es un término que transmite mucho más, que transmite acción, que transmite decisión. En el artículo titulado True grit o sobre la determinación como clave para el éxito escolar se explica claramente lo que se entiende por el concepto determinación.
Responsabilidad. Enseñar es por encima de todo un acto de responsabilidad. Y aunque la responsabilidad no está exenta de crítica, esta crítica a veces puede convertirse en algo tóxico, es decir, la autocrítica desaparece y sólo haces crítica de lo que te rodea, de tus compañeros, de tus alumnos, de tu centro, del sistema. Sin darte cuenta te convierte en un docente tóxico.
Modentia Lo más detestable en un docente es la arrogancia. Una arrogancia que a veces se da en algunos compañeros de profesión. Cuando se lleva muchos años en la docencia es fácil perder la perspectiva de lo que sabes y de lo que eres capaz de aprender o, mejor dicho, de lo que tus alumnos son capaces de enseñarte. Hay que entrar todos los días en el aula con la mente abierta, hay que entrar con la suficiente modestia como para tener la predisposición a aprender de tus alumnos. La modestia no hace más que conectar emocionalmente con tus alumnos, porque te permite escucharles de forma activa, y cuando un docente es capaz de escuchar de forma activa a sus alumnos es cuando tiene toda la predisposición para aprender de ellos.
Reparto de la Autoridad La autoridad está reñida con la desconfianza. Como docente debes hacer un esfuerzo por delegar o, mejor dicho, por enseñar a delegar tanto en tus compañeros como en tus alumnos. Una excelente manera de repartir la autoridad es mediante el aprendizaje cooperativo. Mediante el aprendizaje cooperativo enseñas a tus alumnos a aprender de ellos mismos y de sus compañeros. Cuando repartes autoridad estás realizando un ejercicio de confianza, estás tendiendo la mano para que tus alumnos tomen la iniciativa en algo. Esto no hará más que favorecer su propia autonomía y mejorará su autoconcepto y sin que tu autoridad en el aula se vea afectada.




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