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La antigua casa de la Bolivia Railway Cia., situada en la esquina de la calle Bolivar e Indaburu, con sus balcones metálicos, fue un centro administrativo importante de la actividad ferroviaria.

La consolidación y mayor inserción de Bolivia en la economía internacional en las primeras tres décadas de este siglo, inicio un proceso de modernización que benefició a los sectores urbanos medios. Sin embargo, a pesar de las deficiencias existentes hasta hoy en día, el país estaba mejor integrado y el sector rural fu en parte también beneficiario de este desarrollo. Este proceso se vería interrumpido por la Depresión de 1929-39 y la Guerra del Chaco (1932-35) que demostrarían la fragilidad del desarrollo hacia fuera, sin embargo, la infraestructura implantada (ferrocarriles), las estructuras financieras (Banco Central), algunas instituciones del sector educativo (la Normal de Sucre y la Facultad Nacional de Ingeniería de Oruro) y del sector productivo (Cemento Viacha, Hansa, Bolivian Power, entre otras) desarrolladas en este periodo siguen contribuyendo al desarrollo actual.

Ahora bien, este proceso modernizador en lo económico, estuvo acompañado por la modernización del marco legal y político delineado en el anterior artículo así como el institucional, a través de las misiones europeas que profesionalizaron el ejército. Cabe especular si la modernización no fue también parte de un proceso de centralización. Los beneficios del progreso económico no fueron distribuidos equitativamente entre las distintas regiones. Tampoco lo fueron entre los diferentes grupos sociales. Además, el proceso modernizador tuvo un costo, y fue motivo de varios enfrentamientos (como ser la rebelión de Chayanta en 1927) y dio luz a corrientes de oposición que se verían acentuadas con los efectos de la Gran Depresión y la Guerra del Chaco.