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Iglesia Catedral en la misión Jesuítica de la Concepción en Chiquitos

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• ALCIDES PAREJAS MORENO

En 1560 se fundo la gobernación de Mojos, posteriormente llamada Santa Cruza de la Sierra, cuya capital –Santa Cruz de la Sierra- fue fundada en 1561. En el inmenso territorio de esa gobernación que abarca, lo que hoy conocemos como Oriente Boliviano, se desarrollaron las misiones jesuíticas de Moxos y Chiquitos.

La compañía de Jesús fue fundada en 1540, momento en que la cristiandad vivía una de sus peores crisis: la reforma luterana. En poco tiempo se engrosaron sus filas y pasaron casi inmediatamente a tierras americanas, donde a fines del siglo XVI ya habían fundado sus principales Colegios. Se establecieron a lo largo de todo el continente; México, el Darien, el valle del Orinoco, el Meta, Maynas, Moxos, Chiquitos y el Paraguay. “Si se observa la ubicación de estas misiones –dice el argentino Buchiazzo- es fácil notar que todas ellas estuvieron situadas en las fuentes de los grandes ríos, Meta, Orinoco, Beni, Paraguay y Uruguay, en tierras cuya altitud no pasa de los 500 metros y a veces mucho menos como pro ejemplo Moxos y Chiquitos, donde ocuparon zonas bajas y anegadizas que hicieron y aun hoy hacen muy difícil la comunicación. Lógicamente se trata de tierras muy fértiles en las que los grandes bosques dominan, o por lo menos se encuentran relativamente cerca como para proporcionar fácilmente abundante madera de construcción”.

Aunque la tierra de Chiquitos fue el primer escenario de la conquista española del Oriente boliviano, con el traslado de la capital a la gobernación esta región quedo casi completamente olvidada hasta fines del siglo XVII. En esta época los indios chiquitanos depusieron las armas y el gobernador recurrió a la Compañía de Jesús para que hiciera la “entrada” a la región.

El año 1691 se fundaba San Javier, la primera reducción en tierra chiquitana, a la que siguieron San José, San Rafael, Concepción, San Miguel, San Ignacio, Santa Ana y Santo Corazón.

En lo religioso estas misiones dependían de la provincia jesuítica del Paraguay. Actuaban con total independencia del Obispo de Santa Cruz, bajo cuya jurisdicción se encontraban; este solo intervenía con sus visitas, que fueron escasas, para informar de su estado y progreso.

Los jesuitas siguieron en líneas generales el mismo programa político que en otras áreas de América: conversión de los indios al cristianismo; aprendizaje del idioma indígena, enseñanza de las distintas técnicas europeas; incorporación de las autoridades nativas a los municipios locales; exclusión de los colonos hispanos de las comunidades indígenas.

Menos de un siglo permanecieron los religiosos de Loyola en tierras chiquitanas. En 1767 el rey español ordenó que fueran expulsados de España y sus posesiones. Los religiosos abandonaron el área dejando un saldo muy positivo: muchos pueblos perfectamente establecidos y un gran número de indígenas “reducidos”.
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