¡De rodillas, oh pueblo boliviano, ante el gigante de tu ilustre historia! Lo ves? Es Sucre, el hijo de la gloria. Fuerte, constante, altivo, sobrehumano, de Ayacucho inmortal en la victoria Que te impusiera el despotismo hispano. El genio es algo como un Dios: imprime Respeto, amor, veneración sincera; Es genio aquél que una nación redime.
Por eso, siempre ante la faz austera De Sucre, el héroe el redentor sublime, Se ha de inclinar la humanidad entera.
SUCRE Autor: Ricardo Mujía
Ante tu genio de inmortal memoria, América se inclina reverente; Los siglos pasan, al besar tu frente Dejan más resplandores en tu historia. Cinco naciones pueden por tu gloria Tremolar su pendón independiente, Y tu nombre repite un continente, Entre el himno marcial de la victoria.
Pero no fui este, no, sólo el guerrero, que conquistó la libertad augusta con el brillante rayo de su acero.
Fuiste Legislador! Y tu alma justa Hizose Ley en el latir fecundo Del Viril corazón del Nuevo Mundo.
AL GRAN MARISCAL DE AYACUCHO Autor: Ricardo Mujía
Padre Nuestro que estás allá en el cielo Santificado seas… Vénganos tu virtud, tu noble anhelo. Danos tu aliento, danos cada día. Tu fe en la libertad y esa corona de egregio pundonor que te ceñía.
Padre señor perdona Perdona si el dolor de la existencia Pasó en nosotros tanto que llevamos la santa independencia por una vereda de amargura y llanto hacia el calvario cruento.
No nos dejes señor, danos tu aliento Danos tu amor, como un supremo bien. "Tu pueblo está desiento" "Dale justicia y libertad." AMEN.
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