Melchor María Mercado nació en Sucre, la capital, en el seno de una familia de clase media. Su vida transcurrió entre 1816 y 1871, es decir en los primeros años de vida republicana, caracterizados por una serie de transformaciones políticas. Cuando apenas contaba con 16 años de edad, recibió la influencia de Alcide d’Orbigny, a quien conoció durante su estancia en la ciudad de Sucre (entre 1832 y 1833).
Su inclinación hacia las ciencias naturales, hizo que se interesara por el trabajo del naturalista y se inclinara por la pintura y el dibujo que como no podía ser de otra manera, practicó en forma autodidacta.
Su vida artística estuvo matizada por una intensa actuación política. En condiciones a veces adversa, en calidad de funcionario, explorador o perseguido político desarrolló su vocación, no obstante su profesión de abogado; hecho que lo ubica entre los precursores bolivianos del dibujo y de la pintura ingenua y descriptiva.
Muy joven fue profesor de historia natural y de matemáticas en el Colegio Junín de Sucre. En 1840 enseño geografía y dibujo en Santa Cruz y en el Beni. En 1846 era profesor de Historia Natural, otra vez en Sucre, y en 1855 fundo en esa ciudad una escuela gratuita de pintura.
Sus trabajaos, en hermosas láminas y lienzos, están realizados en óleo, acuarela y al paste. Se puede decir que representa la visión de un naturalista boliviano que, a la manera de los viajeros europeos que llegaron a esta región de América, muestra el paisaje, las danzas, la vida cotidiana, los tipos de indios, blancos y mestizos bolivianos.
Mercado realizo su obra observando la naturaleza que él amaba. Además de dibujante, fue coleccionista de pájaros, insectos, reptiles y de muchas curiosidades que formaron parte de un museo particular de historia natural, donado más tarde a la ciudad de Sucre.
M.L.K.
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