BUENOS AIRES

La noticia de la invasión napoleónica a España causo en toda la población de la sede del virreinato una gran agitación e incertidumbre que poco a poco cedió paso al convencimiento de que para enfrentar los hechos era necesario designar a sus propias autoridades.

El 25 de mayo de 1810 la población, en cabildo abierto, forzó la renuncia del virrey Cisneros y puso en su lugar una Junta Provincial gubernativa de las provincias del Río de La plata. Uno de los primeros actos del nuevo gobierno fue la convocatoria a un congreso de diputados que definiría el destino del virreinato.

Los sucesos de 1809 fueron el elemento detonador para todo el continente, que a partir de 1810 entra en una verdadera conmoción libertaria. La posición geográfica de Audiencia de Charcas la convirtió en el último bastión del imperio español, pero fue allí donde germinaron las ideas de libertad. No se puede concebir la independencia de América sin reconocer el papel de la Universidad de San Francisco Xavier y se su ambiente intelectual.

Después del levantamiento de Buenos Aires, la ola revolucionaria se extendió por todo el territorio de la Audiencia. En la ciudad de Cochabamba el 14 de septiembre se produjo el reconocimiento de la Junta de Buenos Aires. Francisco del Rivero y Esteban Arze se apoderaron incruentamente del cuartel y se procedió a designar un diputado ante la Junta de Buenos Aires. Oruro también siguió el movimiento de Cochabamba y la ciudad fue ocupada por una milicia comandad por Esteban Arze que enfrento victoriosamente en los campos de Aroma a las tropas realistas.

Los emisarios de Charcas habían sembrado asimismo la semilla revolucionaria en Santa Cruz, donde el 24 de septiembre se efectuó un cabildo abierto que depuso a las autoridades y conformo una Junta de Gobierno en la cual participan Juan Manuel Lemoine y el doctor Antonio Vicente Seoane, antiguos confabulados con las ideas de la Universidad de San Francisco Xavier. Aquí también se eligió un representante ante la Junta de Buenos Aires.

Entre tanto el primer ejército auxiliar argentino, comandado por Juan José Castelli y Manuel Balcarce avanzaba en el territorio altoperuano hasta encontrar a las tropas realistas en Cotagaita donde los patriotas fueron derrotados. El general Balcarce logro rehacerse y a los pocos días destruyo, por completo en Suipacha, al contingente realista.

Esta victoria produjo, el 10 de noviembre del mismo año el alzamiento de Potosí a favor de la Junta de Buenos Aires conformando una Junta Gubernamental.

Castelli entro triunfante en Potosí e hizo fusilar en la plaza pública al expresidente Vicente Nieto, al ex gobernador de Potosí, Paula Sanz y al general José Córdoba, vencido en Suipacha.

Las consecuencias de estos hechos culminaron 16 años después. La guerra que siguió a los alzamientos abrazo a todas las clases sociales del continente y encontró en los ideales de Charcas, en el espíritu de Ilustración, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y en el pensamiento renovado de la junto de Cádiz, el armazón ideológico para la lucha por la Independencia y para la creación de las instituciones políticas de las nacientes republicas.