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Pertenece a la categoría: PlanificaciónDidáctica

LA EDUCACIÓN SE ENFERMÓ DE COVID Y AHORA LUCHA POR SOBREVIVIR

Lastimosamente nuestra educación está por entrar en terapia intensiva, pues nos llegó un virus que afectó al “Sistema Educativo” y el modelo tradicional de educación tiene enfermedades crónicas de base, además el contexto no es tampoco un entorno saludable para la educación, hagamos un punteo para argumentar de manera corta lo expresado anteriormente:

Desde el aspecto estructural, regulatorio normativo de la educación regular
- No existía la modalidad de educación virtual o a distancia para la educación regular
- El modelo educativo no considera la formación de competencias blandas y productivas en los contenidos curriculares de manera explícita y estructurada.
- La materia de tecnología no está consolidada como tal en el nivel secundario y la que existe en primaria es muy elemental y teórica, no tiene una orientación técnica y menos productiva.
- No existe la formación de maestros especializados en tecnología.
- No existen los Ítems para maestros de tecnología.
- No se realizó un seguimiento a la producción para alcanzar resultados académicos concretos a las dotaciones de equipos y a la capacitación elemental para su uso.
- La formación de maestros en otras instituciones que no sean del estado no son reconocidas por el sistema de categorización o el escalafón de maestros.
- Con una oferta de formación muy pobre para los maestros por parte de las instituciones de formación autorizadas por el Ministerio de Educación para los maestros, deja un bajo nivel en los mismos.
- No existe contenido en línea o virtual de parte del Ministerio de Educación para acceso referencial de los estudiantes, solo la “Currícula Base” que son referenciales para los maestros en el diseño de sus planificaciones
- No existe una regulación expresa para regular los contenidos de los textos de las editoriales, menos un sistema que haga seguimiento a la calidad y pertinencia de estos contenidos para que las casas editoriales respeten mínimamente los contenidos de la “Currícula Base” del Modelo Educativo Boliviano”
- La “Currícula Base” vigente fue diseñada como un instrumento adoctrinador de una filosofía indigenista, bajo una máscara de “Rescate de la identidad” se tejía una cultura de resentimiento y mediocridad.
- La inversión en educación es muy baja, en infraestructura, recursos humanos, equipamiento.
- No se fomenta la investigación ni la innovación académica
Desde el aspecto Socio-cultural
- Se arrastra una educación deficiente bajo un modelo educativo donde se valora el aprendizaje como capacidad memorística, sin buscar el desarrollo del criterio, el razonamiento, menos la iniciativa y la creatividad
- La formación académica está subvalorada donde es la institución educativa es la encargada de formar de manera “integral” al niño/a
- El padre de familia y la institución educativa están disociados, descoordinados y sin un objetivo común, menos una estrategia de formación para el niño/a
- El objetivo social es generar ingresos, esto genera mayor deserción escolar o la priorización de una actividad económica por sobre la actividad académica, esta queda relegada a ser sobrellevada con el esfuerzo mínimo aceptable para vencer el periodo académico.
- La formación profesional es subvalorada en lo económico, donde un profesional promedio recién egresado llega a ganar igual o menos que un obrero sin formación.
- Los padres de familia no son un apoyo idóneo para resolver consultas de contenidos del colegio (no tuvieron buena base, el pasar del tiempo causa olvido, no conocen los nuevos métodos, no tienen la didáctica y pedagogía, etc)
- Existe mucha viveza criolla resultando en estudiantes que copian sus tareas, pagan por la elaboración de trabajos.
- Padres de familia que menos precian el trabajo del educador y eso se transmite al estudiante, generando una desvalorización y desinterés del estudiante.
Desde el aspecto académico
- Los contenidos establecidos por la “Curricula Base” del modelo educativo boliviano vigente prioriza en relevancia y volumen la información con un trasfondo de adoctrinamiento indigenista y socialista.
- Los contenidos están distribuidos de manera desproporcionada, dando mayor cantidad de horas académicas a materias con contenidos adoctrinadores, esto causa que materias que por sus características requieren mayor asignación de horas académicas se vean afectadas doblemente, por un lado, disminuidas en horas académicas y por otro se mantienen los contenidos.
- Los maestros actuales en su gran mayoría no aplican la metodología constructivista y de aprendizaje significativo propuesto por la metodología del Modelo Educativo boliviano (separemos metodología de contenidos), los profesores siguen con métodos del siglo anterior, conductista y memorístico.
- Los profesores se ven en la obligación de trabajar en dos o más establecimientos educativos (baja remuneración laboral), esto disminuye la capacidad de atender con calidad los procesos educativos (preparación de materiales y clases, seguimiento, evaluaciones, etc) mellando la calidad de educación que recibe el estudiante.
- No existe una política de seguimiento ni de fomento a la calidad académica, generando un entorno ideal para la cultura del esfuerzo mínimo y zonas de confort mediocres.

Este punteo es lo que puedo acotar de memoria, sin extenderme mucho, ya que existen aún más, todos tiene un peso específico, los he identificado tratando de ser lo más objetivo posible, puede ser que no se ajusten al 100% a la realidad educativa de Bolivia, pero por encima del 80% si estoy seguro que se ajusta.

Sobre lo mojado, todavía le llueve, entramos en una situación donde la educación presencial se ve interrumpida, independiente a que hoy el motivo sea una pandemia, mañana o en un futuro próximo, pudo ser otra la causa para que se rompiera el modelo tradicional, era cuestión de tiempo, lo relevante es que ahora no solo se han destapado todos los males que estaban bajo la alfombra, sino que se están tornando en situaciones críticas, dándole un impulso de caída y elementos de peso a la bola de nieve, para que esta arrase con un sistema educativo decadente.

Igual que yo, todos pueden enumerar y argumentar estos y muchos más “síntomas” de un sistema educativo en malas condiciones, males que tienen un origen muy antiguo y profundo, con cientos y miles de causales, todas ellas con las características como para ser el “origen” de todos y cada uno de los males de la educación Boliviana, pero la verdad innegable es que la educación está enferma de muerte.

Al referirme al “sistema educativo” no es en referencia al sistema educativo que se desprende en dependencia directa del estado, sino a todo el contexto, normativo, social, técnico-tecnológico, visión filosófica y política de la educación en Bolivia, es nuestra cultura y nuestro convivir con lo concerniente al todo de la educación.

¿Quién la infectó? ¿Cuándo se infectó? ¿Quién tiene la culpa?

Son preguntas que hoy todos nos estamos haciendo, la respuesta es que todos la enfermamos, son males crónicos que hoy están encarnados y que no ayudamos a superar nunca, no lo hicieron mis abuelos, ni mis padres, ni yo, ni usted.

Ese juego de tira y afloje de quién tiene “La culpa” o más culpa, entre el estado, los maestros, padres de familia o los estudiantes, echándose tierra y desmarcándose de responsabilidades propias de sus roles, solo nos hemos causado daño como sociedad, porque centramos nuestros esfuerzos en el afán egoísta de brindar a los nuestros las mejores condiciones que nuestra posibilidad económica o social puede dar, hacemos la vista a un lado, sin entendernos como parte de una sociedad, donde el que no tiene oportunidades de crecimiento y de formación se convierte en un lastre, que tiene ya síntomas de una metástasis de lacra social, con delincuencia, deshonestidad, violencia, irrespeto, ilegalidad, donde la indiferencia es la principal característica de valoración en las personas, porque adoptan una posición de que la cosa no esta tan mal como para hacer algo, hasta que ese mal los toca.

La educación no es un rubro productivo o de servicios, no se puede medir el costo beneficio con un enfoque materialista, no se puede ver como una actividad sectorial donde hay educación de primera, de segunda, de tercera y así sucesivamente hasta llegar a subniveles infinitos, la educación es el conjunto de procesos sociales donde se desarrollan y forman a las personas de cada sociedad, personas que hoy por hoy y el resto de nuestros días caminarán y estarán muy cerca de nosotros, si no es en el hogar, será en la calle, en el trabajo, en el centro comercial y los mercados, la calidad social de esas personas será la calidad en la que vives y convives.

Atender la educación que hoy por hoy está en estado crítico, todos debemos asumir nuestra parte de responsabilidad, somos corresponsables de la realidad que nos rodea.

Cada uno de nosotros somos la sociedad, si la sociedad está enferma, es porque somos la enfermedad, debemos ser la solución, debemos resistir la fuerza de la costumbre, la desidia, la indiferencia, la antipatía y sobre todo romper la burbuja del confort, tomemos la acción de regenerar y reinventar la educación desde el rol que actualmente debemos asumir, si somos padres de familia, pues mostremos a nuestros hijos el respeto y el valor del trabajo, del educador, la importancia de formase y de ser productivos, sobre bases de valores positivos; si somos maestros enseñemos a los estudiantes con respeto, consideración, con un deseo genuino de ayudarles a lograr metas positivas.

La historia, hoy nos da la oportunidad de reinventar el proceso por el cual la sociedad debe formar a las personas que serán útiles, con principios sociales de convivencia con los otros individuos de la sociedad.

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