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Rebatible o no, alguna vez Roberto Prudencio expuso el criterio de que con los gobiernos de Andrés de Santa Cruz y José Ballivián (que ocupan con un intervalo el lapso 1829-1847) el coloniaje se prolongo y continuo mas allá o mas aquí de la fundación de la republica, puesto que de alguna manera continuaban los sistemas y usos políticos y administrativos del orden colonial, y el predominio de los "caudillos letrados". Fue en Yamparáez el 6 de diciembre de 1848 cuando comenzó la verdadera vida republicana, la nacionalidad autentica, el traspaso del poder a los mestizos, a la plebe, como la llamaría Alcides Arguedas en el titulo de uno de sus libros.

Este lucido ensayista e interprete de la historia de Bolivia que fue Alberto Gutiérrez, con la visión y el estilo de la época, escribe en El Melgarejismo antes y después de Melgarejo: Hasta la batalla de Yamparaez "habían desfilado así, en medio de la humareda de los combates y el vocerío de los cuerpos de guardia, como una especie de cinematógrafo, las figuras batalladoras e infatigable de Santa Cruz, de Velasco y Ballivián, para no citar sino las personalidades descollantes en ese choque vertiginoso de ambiciones, de deslealtades, de grandezas y de miserias".

"La historia grande, la historia heroica, termina ahí, con sus hazañas memorables, con sus figuras resplandecientes".

En adelante, con el desplazamiento de esas figuras y con la aparición de nuevas fuerzas sociales, Bolivia viviría talvez una vida disminuida, pero mas autentica y real.

A.C.R.

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